El día 24 de junio se celebran fiestas en muchos rincones del mundo en honor a San Juan. Al día y al Santo van ligadas numerosas creencias y ritos, reminiscencia de antiguos cultos que se celebraban a la llegada del solsticio de verano.
Tras la cristianización de esta fiesta, la noche del 23 al 24 de junio se convierte en una noche santa, sagrada y de purificación, sin abandonar por eso su aura mágica y pagana. Se festeja como la noche más corta y mágica del año en la que se puede aprovechar para pedir nuestros deseos.
Así nos lo han contado Natividad Domínguez y Cristina Amedey en su espacio Salud y bienestar.