La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ferrovial Agroman y Construcciones Erpa será la encargada de iniciar las obras de este nuevo equipamiento de forma inmediata.
El nuevo centro deportivo se ubicará en una parcela de forma trapezoidal de 7.579 metros cuadrados que ocupa una manzana completa entre las calles Arrecife, Estribor y Farallón destinada a Dotación y Servicios Públicos.
El proyecto básico, redactado por el arquitecto municipal Antonio Alonso Alfonseca, contempla la construcción de una superficie total de 4.482 metros cuadrados divididos en un conjunto de seis edificios: un pabellón polideportivo, salas básicas polideportivas, edificios de vestuarios y un edificio de usos complementarios.
Además de tres pistas de pádel sobre la cubierta, una pista de Fútbol-7, espacios libres y zonas ajardinadas con juegos infantiles.
El alcalde, José María Román, manifestó su satisfacción por la puesta en marcha de este proyecto que “sigue en la línea de conseguir una ciudad cohesionada, dotando de servicios públicos a todos los chiclaneros”. Román destacó la gran inversión que se está realizando actualmente en materia de infraestructuras deportivas en la localidad y que asciende a unos 6 millones de euros. “A este nuevo pabellón se suma el del Fontanal, que muy pronto iniciará su segunda fase constructiva, así como las mejoras en los campos de fútbol de La Carabina, Isabel la Católica y Novo Sancti Petri. Asimismo, la piscina municipal también está siendo objeto de mejora. Todo ello, para permitir que los chiclaneros tengan unas instalaciones de calidad para disfrutar de la práctica deportiva y que puedan hacerlo en sus barriadas, cerca de sus viviendas, y en el caso de este nuevo centro deportivo, en un entorno privilegiado”, apuntó Román.
“Las obras no se ajustan al proyecto”
Vecinos de la urbanización Costa Sancti Petri asistieron al acto de colocación de la primera piedra del centro deportivo para protestar con pancartas “tras advertir que la realización de las obras en curso no se ajustan al proyecto”; una protesta que pilló por sorpresa al alcade chiclanero que se acercó a escuchar sus explicaciones de los vecinos.
Los vecinos afirman que “el cambio de ubicación del pabellón cubierto nos perjudica gravemente: la calle Farallón quedará enfrentada a un muro de altura considerable y no a la arboleda anteriomente proyectada. Además, la calle peatonal quedará completamente encajonada”.
Estos cambios sustanciales, continúan los vecinos, “sin motivo que los justifiquen, no han sido expuestos públicamente y, por tanto, no se ha posibilitado a los vecinos realizar alegaciones”.
Por otra parte, los vecinos manifestaron su “malestar por la falta de sensibilidad y el perjuicio efectuado a los vecinos de la zona por el inicio de las obras en los meses de verano”.
“Suponenmos que usted (al alcalde) no es conocerdor de los hechos relacionados con la obra en cuestión”, expusieron, a la vez que apelaron al “buen juicio” de Román para “subsanar los errores”.
Ante esta situación, el alcalde, José María Román, manifestó su interés y su esperanza en que los técnicos del proyecto y los vecinos “se entiendan” y “si es posible, se atienda a sus peticiones”.