Los vecinos del casco histórico de San Roque acordaron el pasado viernes, en una reunión, hacer una puesta en común de sus reivindicaciones y demandas, debido al sentimiento generalizado de “abandono, dejadez, deterioro y suciedad” en la zona.
Denuncian la falta de presión del agua durante las noches, dándose el caso de que en muchas de las viviendas “no sale ni un hilo de agua de sus grifos, con las nefastas consecuencias que ello tiene para familias con niños pequeños o que algún miembro de la familia trabaja de noche y al llegar a casa no puede ni asearse. Todo ello se debe a una infraestructura obsoleta y se les niega a familias el acceso a un derecho como el agua potable”, sostiene el colectivo vecinal.
Otro de los puntos que se abordó es “la falta de aparcamientos, que además se ven reducidos cada que se reforma alguna calle”. También se mostró la disconformidad con la peatonalización de la calle Almoraima, calle que ha quedado “totalmente sin vida”.
Se acordó también instar al Ayuntamiento a conservar y rehabilitar edificios emblemáticos del municipio, algunos de los cuales podían destinarse a viviendas, tal como se hizo en la plaza de las Viudas, proponen.
Asimismo “el Ayuntamiento debe ejercer su labor de obligar a los propietarios de casas abandonas a adecentarlas y mantenerlas en un estado de conservación que no suponga ningún riesgo a los viandantes”. Precisamente, añaden, “esas casas abandonadas, que proliferan por doquier, se convierten en focos de ratas, cucarachas, plagas de mosquitos, etc.”.
Los vecinos denuncian también la “falta de civismo de muchos dueños de mascotas, que o dejan sueltos a sus perros y por tanto, nadie recoge sus excrementos, o bien no llevan una botella de agua con algún desinfectante para los orines de dichos animales, dándose la circunstancia de que muchas calles están llenas de orines y el olor es insoportable”.
Por desgracia, sostienen, “el tema de los excrementos no se reduce a los de origen animal, pues se está dando cada vez la circunstancia de que son muchas las personas que acuden al casco o bien por algún evento extraordinario o bien por ocio, que hacen sus necesidades en plena calle. Lo deseable sería que la gente tuviese el suficiente nivel de civismo, pero mientras tanto se exige una mayor presencia policial. Así como incrementar las labores de limpieza de las calles y trabajar en la erradicación de las plagas que anteriormente comentábamos”.
También han denunciado la eliminación de contenedores de basura en puntos estratégicos, lo que supone “un verdadero problema para muchas personas, que se ven ahora obligadas a recorrer una distancia considerable, cargadas con las basuras, en plena noche”.
Algunos vecinos expusieron que, tras la reforma de algunas calles, no se habilita la misma con un buen sistema de recogida de pluviales, con la consiguiente posibilidad de inundación y de que el agua entre en sus casas.
Otra de las demandas es impedir que vehículos pesados, como camiones y furgonetas grandes, pasen por determinadas calles muy estrechas, pues destrozan fachadas de las casas allí ubicadas, como por ejemplo puede ser la parte superior de la calle San Felipe o la calle Paz.
Los residentes también mostraron su preocupación por la “gran cantidad de antenas que hay en la torre del depósito del agua y las consecuencias nefastas que tienen para la salud de los habitantes, por lo que se insta al Ayuntamiento a buscar soluciones”.
En definitiva, la sensación de los habitantes de esa zona del municipio es la de ser “un simple decorado al que se acude con motivo de algunas celebraciones o eventos, para pasar una vez transcurridos los mismos, al más completo abandono”.