Su carrera al frente de labores de recuperación y conservación de monumentos como los Reales Alcázares de Sevilla, la Mezquita de Córdoba, la ciudad de Medina Azahara o la Alhambra de Granada, y sus propios proyectos le han valido el reconocimiento del jurado a “su habilidad para aplicar los ideales clásicos a la arquitectura vernácula” y “para combinar numerosas influencias culturales”, a “su respeto al pasado y su legado al futuro”.
“En España está más de moda la modernidad, y el premio me lo han dado porque ya soy el único que hace estas cosas en España”, comenta en charla telefónica con Efe este catedrático emérito de Arquitectura. A sus 73 años, el arquitecto lleva más de medio siglo impartiendo clase.