La Unidad Central de Vigilancia Electrónica (UCVE) sólo debía controlar los sistemas GPS de cuatro personas el pasado sábado, cuando un interno de la prisión de A Lama se desprendió del suyo y asesinó a su pareja en Pontevedra.
El funcionario encargado de supervisar la pantalla ordenador en la que saltan las alarmas –labor que en la UCVE recibe el nombre de “monitoreo”– no detectó la emitida por ese GPS –que quedó registrada en el sistema– ni en el momento en que saltó, a las 16.36 horas del sábado, ni más tarde, por lo que no se puso en marcha el protocolo previsto para estos casos.
Según han informado a Efe fuentes penitenciarias, cuando en la UCVE se recibe un aviso de alarma el funcionario de turno llama a la prisión en la que cumple condena el interno, que a su vez –y en caso necesario– avisa a las Fuerzas de Seguridad.
En la UCVE, cuya sede se encuentra en Madrid, trabajan quince funcionarios, de los que siete se encargan del “monitoreo”, repartidos en turnos que cubren las veinticuatro horas del día.
Las fuentes consultadas aseguran, además, que el sistema permite elegir el tipo de aviso que se recibe en la UCVE, que puede ser tanto luminoso como acústico o una combinación de ambos.
El pasado domingo, la unidad de vigilancia sólo debía controlar tres sistemas GPS –dispositivo que llevan muy pocas personas, que deben reunir varios requisitos, entre ellos el de que estén a punto de cumplir condena–, mientras que el día que más internos ha habido que vigilar su número ascendía a quince.
Las alarmas que emiten estos dispositivos –que se activan cuando el interno entra en la “zona de exclusión” que tenga fijada o, como pasó el sábado, cuando se desprende de alguna de las partes que lo componen, como el emisor/receptor– son las únicas que recibe en exclusiva la UCVE, a la que también llegan las de quienes portan las llamadas “pulseras electrónicas”.
Éstas, sin embargo, han saltado antes en los centros penitenciarios correspondientes, por lo que lo que se produce en la unidad central de vigilancia es una “segunda recepción”.
El PP va a pedir “con ánimo constructivo”, según su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, que comparezcan en el Congreso los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, e Igualdad, Bibiana Aído, para informar sobre los fallos en el sistema de seguimiento del preso Maximino Couto.
Sáenz de Santamaría ha apuntado que el PP va a requerir explicaciones a los ministros Rubalcaba y Aído para buscar fórmulas que mejoren el control de los condenados por delitos relacionados con la violencia de género e incluso estudiar cambios legales relacionados con los permisos penitenciarios, si fuera preciso.