“El Consejo de Seguridad debate activamente qué medidas podrían tomarse en el futuro, incluidas sanciones. El programa nuclear de Irán es ahora uno de los problemas más graves y alarmantes que necesitan solución”, dijo Ban a la prensa en Moscú.
A su vez, el diplomático eludió pronunciarse sobre el alcance de las eventuales nuevas sanciones, que Rusia se niega a extender al campo de la economía, al subrayar que este asunto es de competencia exclusiva del Consejo.
Ban admitió el derecho de Irán, como de cualquier otra nación, a disponer de una energética nuclear civil, pero insistió en su obligación de demostrar al mundo el carácter exclusivamente pacífico de su programa atómico.