Fue inaugurado el 28 de junio de este mismo año con motivo del Día del Orgullo LGTBIQ+ y no ha llegado a los dos meses puesto en la calle Real frente a la Casa de la Juventud. Hace apenas unos días desapareció del pequeño pedestal. Un corazón con los colores del arcoiris que daba alegría al rincón, independientemente de su significado.
Se puede ver como un ataque al colectivo LGTBQI+ pero eso sería hasta darle un motivo inexistente en los tiempos que corren. Es más probable que no sea más que un hecho vandálico sin más razones que demostrar hasta dónde llega la falta de civismo y con qué clase de minoría de personas tiene que lidiar la sociedad de las personas normales.
Quizá haya un poco de ambas cosas, que sería aún peor, pero lo cierto es que ya no está en su sitio un corazón de colores que animaba la vista y tendía lazos de humanidad entre los que comprende el significado de los pequeños detalles.
