El gobernador de Mérida (noroeste), Marco Díaz, confirmó ayer la muerte de un estudiante de 28 años en una llamada a la emisora VTV y la atribuyó a “sectores de la oposición” que ejecutan “un plan que se corresponde con una agenda de violencia que pretende repetir” el golpe de Estado que en 2002 derrocó a Chávez durante dos días.
“Han querido prender la mecha nuevamente” con “una agenda diseñada con perversidad, donde se invoca permanentemente el deseo de atentar contra el presidente Chávez y el proyecto revolucionario” que lidera, añadió el gobernador oficialista.
Previamente, el ministro de Interior, Tareck El Aissami, dijo asimismo a VTV que un joven de 15 años, militante del movimiento estudiantil bolivariano, falleció en circunstancias parecidas en la misma zona de la ciudad de Mérida, a 680 kilómetros de Caracas.
El ministro indicó que el estudiante de secundaria se manifestaba junto a otros jóvenes cuando “fueron emboscados por desconocidos”.
“Allí había un grupo de jóvenes expresando su posición política a favor a las medidas que ha tomado la revolución bolivariana. En esa zona hay unos edificios residenciales y se presume que de ahí dispararon”, dijo El Aissami.
El gobernador aseguró que esa primera muerte se produjo después de que “medios de prensa irresponsables, como RCTV y Globovisión (ambos de líneas editoriales antigubernamentales), anunciaron que había un muerto en Mérida, cosa que a esa hora era totalmente falsa”.
“Poco después los muchachos fueron sorprendidos con disparos” y ya hacia la medianoche y “nuevamente con una acción de tipo terrorismo urbano”, se registró el segundo fallecimiento, añadió Díaz al dar cuenta de adicionales “intentos de saqueos y de agresiones a (edificios de) instituciones públicas y privadas”.
“Esto no obedece a hechos fortuitos, sino a acciones diseñadas por factores perversos de la contrarrevolución”, insistió el gobernador.
El titular del Interior del Gobierno de Chávez informó de que nueve policías resultaron heridos en Mérida.
Además de Mérida, a 680 kilómetros de Caracas, en otras ciudades venezolanas se desarrollaron manifestaciones tanto a favor como en contra del Gobierno de Chávez, debido a las recientes medidas tomadas contra seis canales de televisión por cable, acusados de no cumplir con normas como la obligatoriedad de interrumpir sus transmisiones para pasar los discursos o mensajes presidenciales.
La oposición ha salido a la calle en distintas ciudades para acusar al Gobierno de querer acabar con la libertad de expresión, mientras que los partidarios de Chávez han hecho lo mismo para defender que se trata de una medida ajustada a la ley.