Los manifestantes hicieron retroceder posiciones a la policía cerca del principal aeropuerto de Bangkok tras un enfrentamiento, mientras que el Gobierno tailandés reiteraba a los cabecillas su intención de poner fin a la ocupación mediante el diálogo, para evitar un desalojo por la fuerza.
En medio del clima de tensión, cerca de 2.000 partidarios de la Alianza del Pueblo para la Democracia, organizadora de la protesta, hicieron replegarse a unos 150 policías que montaban controles en el exterior del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, el principal del país y que está tomado desde el miércoles, para forzar la dimisión del Gobierno del primer ministro, Somchai Wongsawat.
La Autoridad de Aeropuertos de Tailandia señaló en una nota que el aeropuerto de Suvarnabhumi, por el que pasan a diario unos 150.000 viajeros, que permanecerá cerrado por lo menos hasta mañana lunes.
Los manifestantes, provistos de barras de hierro, palos de golf y madera y, según versiones de testigos, retuvieron a un policía y golpearon a otros en un control de seguridad.
En el viejo aeropuerto de Don Muang, a unos 30 kilómetros al norte de la capital y también en poder de la Alianza, un grupo de manifestantes casi linchó a una sargento de la Policía que fue capturada cuando intentó infiltrarse en la concentración, informó la televisión local.
“Vamos a dar un segundo aviso a los manifestantes para que abandonen los dos aeropuertos. El lenguaje del aviso será más duro que el empleado en el primero”, explicó a los periodistas el portavoz policial, general Amnuay Nimmano.
El portavoz de la Policía indicó que se efectuarán en un plazo de tiempo que no precisó, tres avisos y, si no surte efecto el último, las fuerzas de seguridad emprenderán la operación de desalojo en los dos aeropuertos capitalinos.
En un intento de impedir que más tailandeses se unieran a la protesta en Suvarnabhumi, la Policía montó controles de seguridad a unos dos kilómetros de la moderna terminal, donde varios miles de personas acampan con televisores portátiles, aparatos de música, sillas, mantas extendidas sobre el suelo, mientras que voluntarios de la Alianza distribuyen comida y bebida, observó Efe.
El primer ministro Wongsawat, que ha instalado temporalmente la sede gubernamental en Chiang Mai, a unos 600 kilómetros al norte de Bangkok y plaza fuerte de su Partido del Poder del Pueblo, declaró el pasado día 27 el estado de excepción en Suvarnabhumi y Don Muang.
El gobernante tailandés, que también dirige la cartera de Defensa, se mostró de nuevo dispuesto a hablar con los líderes de la Alianza de una salida a la crisis que no incluya la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento.
Sin embargo, también en un discurso emitido por la radio estatal, pidió a la población que no apoye a la Alianza, a cuyos partidarios calificó de “delincuentes”.
Uno de los cabecillas de la Alianza, Chamlong Srimuang, anunció que la protesta que mantienen en los aeropuertos acabará antes del 5 de diciembre, día del cumpleaños del rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia.
Srimuang, ex gobernador de Bangkok y general del Ejército en la reserva, expresó su disposición para hablar con el primer ministro del país, Somchai Wongsawat, pero no en la ciudad de Chiang Mai porque está muy lejos, explicó.
Las autoridades comenzaron el viernes a negociar con la Alianza una solución pacífica antes de recurrir a la fuerza, mientras que los líderes de la protestas han amenazado con una revuelta popular si los cuerpos de seguridad cargan.
Desde que se produjo el cierre de los dos aeropuertos, más de 100.000 pasajeros han perdido sus vuelos desde Bangkok a destinos internacionales y de Tailandia.
Esa cifra se aproximará a los 300.000 en las próximas 24 horas.
AL MENOS 16 HERIDOS POR UNA GRANADA EN UNA MERCADO DE BANGKOK
Al menos 16 personas resultaron heridas en la jornada de ayer sábado al estallar una granada de mano en un concurrido mercado de abastos de Bangkok, indicó la Policía metropolitana tailandesa.
La explosión ocurrió en una de las calles laterales del mercado de Klong Tey, el mayor de la capital y próximo al puerto, cuando un grupo de vendedores protestaba por la subida del alquiler de los puestos de venta.
Fuentes de la comisaria de Klong Tey atribuyeron el ataque a un ajuste de cuentas y descartaron que estuviera relacionado con las protestas que llevan a cabo los partidarios de la Alianza del Pueblo para la Democracia para forzar la caída del Gobierno.
Varios miles de manifestantes ocupan desde el pasado miércoles el aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, a unos 35 kilómetros al este de Bangkok, y el aeródromo doméstico de Don Muang, a unos 30 kilómetros al norte de la capital tailandesa, lo que ha ocasionado que al menos 100.000 viajeros se hayan quedado en tierra.