El Plan Hidrológico del Tajo 2022-2027 salía adelante con 47 votos a favor, 22 en contra y cuatro abstenciones, por lo que se reducirá la cantidad de agua trasvasable al Segura. Esta iniciativa provocó la indignación y el enfado del sector, al que no le ha quedado otra opción que salir a la calle para reivindicar su postura.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante y los regantes han protestado esta mañana contra los recortes del trasvase Tajo-Segura en la plaza de la Montañeta, frente a la Subdelegación del Gobierno. El sector ha pedido “dar juntos un paso al frente” y pedir así justicia para el campo.
Hoy se ha vuelto a escenificar una vez más la unidad política para reclamar el agua del trasvase. El Partido Popular ha aprovechado la cita para repartir estudiados mensajes y darse un baño de masas entre los regantes, recibiendo aplausos y acalorados gritos de sus seguidores. Gritos también ha recibido la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, a quien le han recordado su episodio con las naranjas, al mismo tiempo que le han cantado “fuera Compromís”.
Aunque la manifestación ha contado con representantes políticos tanto del PP como del PSOE, algunos han echado de menos al presidente de la Generalitat Valenciana. Sobre la ausencia de Ximo Puig se ha pronunciado el presidente de la Diputación de Alicante y del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, quien ha reprochado que “hoy estamos todos aquí, pero no están todos aquí”. Además, Mazón le ha pedido a Puig que “pierda el miedo” y “que sea valiente”.
Sobre este asunto también ha sido preguntada la nueva síndica del PSPV en Les Corts, Ana Barceló, que ha manifestado que “también podrían estar otros portavoces de Las Cortes Valencianas y en este caso está la portavoz del partido socialista, por lo tanto, aquí hay miembros del Gobierno”.
Ante los enfrentamientos políticos, la reivindicación la ha tenido que poner los agricultores, quienes han descargado toneladas de naranjas sobre el pavimento. Esta improvisada montaña ha servido para dar visibilidad a la protesta y para llenar la despensa de algunos alicantinos, que no han dudado en cargar bolsas e incluso carros con estos cítricos que los agricultores han tenido que tirar a la basura por no poder venderlos en el mercado.