La Policía Nacional detuvo en Barcelona a un pederasta que abusaba de menores de edad a los que facilitaba sustancias estupefacientes, y el juez le ha condenado a 25 años de prisión y a pagar una indemnización de 50.000 euros a la víctima y le ha prohibido acercarse o comunicarse con ella a menos de 1.000 metros.
En un comunicado este viernes, la Policía ha explicado que la investigación se inició gracias a una denuncia presentada en la Comisaría General de Policía Judicial por parte del Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC), en la que se alertaba de que un usuario había compartido a través de una aplicación 22 archivos "de claro contenido pornográfico".
Tras analizar la información, se logró identificar a la persona que tenía almacenados los archivos, y los agentes observaron cómo "acudía a la salida de un centro estudiantil y contactaba con un menor al cual trataba de manera muy afectuosa y acompañaba hasta el portal de su domicilio".
Los agentes hablaron con el menor, y el joven les manifestó que el detenido contactó con él en la salida del colegio y que le ofrecía "dinero y drogas a cambio de poder mantener relaciones sexuales con él".
La Policía Nacional pidió a la autoridad judicial poder entrar y registrar el domicilio del investigado, y durante el registro, encontraron varios archivos de pornografía infantil en los terminales telefónicos, entre los que se podían ver vídeos grabados por el propio detenido abusando de menores de edad.
La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado al pederasta a 25 años de prisión y a 50.000 euros de indemnización a la víctima por acosar a un menor de 16 años, exhibición obscena ante un menor de edad, utilización de menor para elaborar pornografía infantil, corrupción de menores, delito continuado de abuso sexual a un menor de 16 años con acceso carnal, delito contra la salud pública y delito de distribución de pornografía infantil, entre otros.