“No podemos seguir pendientes de los caprichos de los terroristas. Es la hora de tener firmeza para avanzar en el rescate militar de los secuestrados”, afirmó Uribe en una breve declaración a la prensa en la Casa de Nariño, sede del Gobierno, en la que también condenó duramente la retención de Cuéllar.
El gobernador, que ayer cumple 69 años, fue sacado de su vivienda en Florencia, la capital del departamento provincial del Caquetá (sur), en la noche del lunes por varios hombres que lanzaron explosivos contra la casa mientras la familia dormía y mataron durante el asalto a un policía.
Aunque todavía ningún grupo ha asumido la autoría del secuestro, las autoridades locales y el Gobierno presumen que los responsables son miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Si se confirma, Cuéllar sería el primer político de alto nivel secuestrado por ese grupo rebelde desde que Uribe llegó al poder en agosto de 2002.
En febrero de este año los guerrilleros liberaron de manera unilateral a los dos últimos políticos que tenían en su poder, el ex gobernador del Meta Alan Jara y el ex diputado del Valle del Cauca Sigifredo López.
Tras afirmar que el secuestro de Cuéllar le produce mucho “dolor” y “desesperación”, Uribe denunció ayer que su captura es obra de los “mismos bandidos que quieren hacer de la liberación de los secuestrados un show”.
El mandatario aludió así al anuncio que hicieron las FARC en abril pasado sobre su disposición a liberar a dos militares, uno de ellos retenido hace unos meses, y a entregar los restos de otro que murió después de ocho años de cautiverio.
Precisamente anteayer se cumplieron doce años del secuestro de uno de esos dos rehenes, el cabo Pablo Emilio Moncayo, quien fue retenido junto con el también militar José Libio Martínez, cuya liberación volvió a demandar su familia.
Estos son los cautivos de las FARC que llevan más tiempo secuestrados. Durante los últimos meses, el Gobierno y los rebeldes se han acusado mutuamente de dilatar las gestiones para llevar a cabo la entrega prometida por las FARC.
El secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Juan Vicente Córdoba, quien forma parte del grupo de mediadores ante la guerrilla, comentó la semana pasada que esas liberaciones se iban a producir antes de fin de año, aunque la senadora Piedad Córdoba, también “facilitadora”, aclaró después que tardarían al menos un mes más.
Uribe reiteró ayer que ha cumplido con todo lo exigido por las FARC y que, por tanto, ya no cree en las promesas de “esos bandidos”, al insistir en el rescate militar de los secuestrados.
El padre de Pablo Emilio Moncayo, el profesor Gustavo Moncayo, denunció que con esas declaraciones el mandatario “sigue insistiendo en impedir” la liberación de su hijo y le pidió que no ponga en peligro la vida de los rehenes con un rescate militar.